Hoy les toca á ustedes padecer un nuevo intento de aumento de cuotas. Habrá quienes piensen que el nuevo monto no es aun muy grande y se puede pagar. Pero no nos engañemos, este es sólo el principio de la aplicación de una política pactada por el gobierno con organismos internacionales como el Banco Mundial y la OCDE, que camina derechito hacia imponer condiciones que garanticen que, en un corto tiempo, sólo puedan estudiar aquellos que puedan pagar íntegro el costo de la educación que reciben. Es esa misma política contra la que hoy estamos luchando en la UNAM.
Llevamos casi 4 meses en huelga y hemos enfrentado todo tipo de ataques y agresiones por parte del gobierno. Han puesto en marcha todo su aparato estatal para derrotarnos, pero no han podido. Ni la salvaje represión que sufrimos el 4 de agosto a manos de granaderos y policías nos ha hecho retroceder. Nos han tratado de vándalos y desquiciados. Han dicho que somos intransigentes porque peleamos por la gratuidad de la educación superior. No se han cansado de declarar que nuestras demandas Ya fueron resueltas porque le agregaron la palabra "voluntario" a una parte de los cobros, como si los estudiantes no supiéramos que eso es sólo una maniobra para mantener la presión y para quitarle esa palabra en cualquier momento. Ahora dicen que debemos aceptar una propuesta dada a conocer recientemente por 8 profesores eméritos que no resuelve ni uno solo de los 6 puntos que de nuestro pliego petitorio.
Nosotros hemos llegado a la población con nuestros volantes y nuestras brigadas para mostrarle quiénes somos realmente y por qué peleamos, y el pueblo nos ha respaldado. Por eso, a pesar de toda su campaña de desprestigio y. de todas sus agresiones, no han podido derrotarnos. Y seguimos resistiendo porque estamos convencidos que la educación debe ser gratuita y no estamos dispuestos a permitir que se expulse de la educación superior a los estudiantes de escasos recursos. No ha sido fácil para nosotros mantener esta resistencia durante casi 120 días. Pero nos mantiene en pie la convicción de que tenemos un papel que jugar para evitar que el gobierno, que ha despojado al pueblo pobre de multitud de servicios sociales, le quite también el derecho a la educación. Y sabemos perfectamente que si nuestra lucha sale derrotada, esta política de despojo no tardará en arrancarnos también la industria eléctrica; la salud pública y hasta la educación básica.
Compañero politécnico: levanta tu voz y únete a esta lucha que es de todos los estudiantes y el pueblo. Asiste a las asambleas de cada escuela y a las generales para discutir la posibilidad de realizar una gran jornada de lucha conjunta con nosotros, que incluya brigadeos a otras universidades y paros escalonados. Los estudiantes politécnicos siempre se han hecho eco de las luchas del pueblo y, estamos seguros, esta no va a ser la excepción. ¡Contamos con ustedes!