En una campaña sin precedentes, se nos bombardea con anuncios del Instituto Federal Electoral, en los cuales se dice que el 2 de Julio pasado dimos un gran paso hacia la vida democrática y que debemos mantenernos así, "participando" y decidiendo nuestro destino. O con otros que nos invitan a seguir confiando en el sistema electoral de nuestro país, pues si no lo hacemos no podremos decidir quién nos gobernará, ni tendremos derecho a seguir exigiendo que se cumplan las promesas de campaña.
Estos anuncios fácilmente son puestos en evidencia por la realidad nacional, que nos muestra cómo una pequeña cúpula decide nuestros destinos mientras observamos y exigimos que nos cumpla siquiera alguna de las múltiples promesas que nos ha hecho. De esta manera es fácil ver que ni tenemos vida democrática, ni decidimos nuestro destino; que siempre hemos vivido en la exigencia, expuestos a los caprichos de quien nos gobierna (que siempre está a la orden de esa pequeña cúpula), que es esa pequeña cúpula la que nos dice por quién debemos decidirnos para el gobierno y que fomenta en nosotros la idea de que es bueno tener un Gobierno pues de lo contrario nos enfrentamos a la ingobernabilidad, al caos, en una palabra, a la anarquía.
¡Claro que sin Gobierno vendría la Anarquía!, pero no la anarquía de la manera en que nos la venden, la Anarquía sería el trabajo de una organización autogestiva, y es la autogestión la idea que se nos oculta, porque no es conveniente que un pueblo se vuelva autogestivo, ya que en este caso se desharía de todos los parásitos que viven a sus expensas.
El Monje. Mayo del 2001 Correo electrónico: monje@techemail.com |