La presencia de tropas estadounidenses en la frontera sur de nuestro país pone nuevamente al descubierto que no somos una nación libre y soberana y que en el momento en que se vea amenazada la seguridad del poderoso, éste hará uso de todos los medios a su alcance para defender lo que es "suyo". El delicado problema que vive el Estado de Yucatán, amenazado por los políticos voraces, por la falta de conciencia del pueblo, por el interés de EUA, parece no tener solución. Sin embargo, este problema no es exclusivo de ese Estado, se extiende a toda la República, más aún, al mundo entero, pues es claro que el oprimido no ha sido capaz de sacudirse el dominio de su opresor.
No hay posibilidad de salir bien librado de los ataques de las cúpulas del poder si no tenemos la fuerza de voluntad para hacerlo. No hay forma de vencer al poderoso si seguimos apegados a las reglas que nos dicta, a los valores que nos impone, a los modelos que nos diseña, a los caminos que nos traza. Si nos mantenemos en esta apatía no tenemos mas que un futuro asegurado, el seguir por siempre en la esclavitud. Es momento de enderezar el camino, o todavía mejor, de abandonar ese camino y construirnos uno nuevo, y al escribir construirnos me refiero a tomar la acción, a volvernos AUTOGESTIVOS. No dejemos que nuestro futuro se decida en una lujosa sala, o mediante una llamada telefónica. ¡Aplastemos al poderoso!
El Monje. Enero del 2001 Correo electrónico: monje@techemail.com |