A finales de siglo se vislumbraba difícil un movimiento contracultural que rompiera con los esquemas de asimilación de la contracultura anterior, pues dentro de la sociedad de control, la aceptación de ciertas ideas disidentes favorece más al poder que su rechazo o marginación. Pero aún dentro de toda esta asimilación y todo ese control ha surgido el Cyberpunk, con la clara intención de convertirse en un verdadero movimiento contracultural adaptado a las condiciones apocalípticas en que vivimos; contemplando el futuro con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad.
El término Cyberpunk es una mezcla de cibernética y punk; la primera se refiere a la alta tecnología en sistemas de control digital y la segunda se refiere al movimiento juvenil de finales de los 70 como un grito de rebelión urbano y un llamado de alerta ante un futuro poco prometedor; se comenzó a utilizar a mediados de los 80 para designar la contracultura que se había generado a partir del libro Neuromante del escritor de ciencia-ficción William Gibson. Muchos "piratas informáticos" (Hackers) aseguran que su inspiración principal ha sido esta novela. Aunque en los 80 la palabra Cyberpunk era considerada una simple etiqueta literaria, en los 90 es ya una realidad vivencial.
Ahora los Hackers, que son una de las bases y quizá la principal del movimiento Cyberpunk, han creado una especie de "guerrilla informática". Su campo de batalla es el espacio cibernético (Cyberespacio), localizado en la Internet y sus tácticas van desde introducir virus en el programa, destruir bases de datos o crear programas que memoricen secretamente códigos cuando estos son utilizados para acceder a otras terminales, hasta el espionaje informático de importantes centros gubernamentales y militares. No hay que confundir a los Hackers con los Crackers que más que guerrilleros, son terroristas informáticos y sólo los mueve el afán de destrucción de los sistemas y buscan obtener información para venderla al mejor postor.
El Cyberpunk prevee que la próxima división social será entre los que tienen acceso a la información y los que no la tienen, lo que crearía una brecha mayor que la generada por la división económica, pues con la digitalización del saber la información tiene un valor incalculable; el grito de batalla es: "La información quiere ser libre"; aunque también haya gente como John Perry Barlow, quien ha creado la Electronic Frontier Foundation, con el fin de resistir al acoso y control gubernamental defendiendo los datos del usuario de la red al mismo tiempo que pugna por una total apertura de la información que algunas instituciones gubernamentales guardan del conocimiento público.
Así como Jack Kerouak en su novela On the road, invitaba a sus lectores a descubrir nuevos caminos, los Cyberpunks buscan acceder y viajar por las grandes autopistas de la información vía Internet. Los Cyberpunks han sido influenciados por escritores de ciencia-ficción de los 80 como: William Gibson, Bruce Sterling, John Shirley, Rudy Rucker, etc.
A diferencia de los otros usuarios del ordenador, los Cyberpunks son curiosos que viven en el cyberespacio luchando contra el "Big Brother" (las grandes corporaciones y gobiernos), desde diferentes puntos de la geografía terrestre, en la red, en el cyberespacio.
Ya sea una actitud o una simple moda, el Cyberpunk está ganando cada vez más adeptos y se está convirtiendo en el movimiento contracultural más importante de fin de siglo. Ante un futuro donde el ser humano se abandona a la comodidad de la tecnología y el consumismo y la inteligencia artificial amenaza con desplazarnos, tal vez el Cyberpunk sirva para revalorar nuestra condición humana.
Fanzine Renegados
México 1995, Año 1, Num. 2, 35 pp