"Quienes apostaron a que esta huelga ya iba de bajada, se equivocaron..."*

Quienes apostaron a que esta huelga ya iba de bajada, se equivocaron. Esta marcha muestra la fuerza de nuestro movimiento a 81 días de huelga. Aquí estamos los universitarios y multitud de sectores del pueblo (...) juntos defendiendo un derecho que es de todos: el derecho a la educación gratuita.

(...) Ahora resulta, que las autoridades universitarias están muy preocupadas porque todos los sectores de la Universidad participen en la discusión de nuestro pliego petitorio, y nos dicen que debemos entregar las instalaciones, es decir levantar la huelga, para que esa discusión se pueda dar. ¿De dónde les salió a las autoridades esta repentina vocación democrática, esta ansiedad por escuchar a todos los universitarios? ¿Cómo podemos creer en semejante vocación, cuando vimos cómo se escondieron de los propios universitarios para aprobar el Reglamento General de Pagos el 15 de marzo?, cuando los -vimos huir, golpeando estudiantes y maestros (...)

Nosotros decimos sí queremos discutir con todos los sectores de la UNAM, y con todos los sectores del pueblo cómo debe ser nuestra Universidad, qué cambios hay que hacer en ella. Por eso exigimos un Congreso democrático y resolutivo. Queremos discutir sí, con los profesores, los trabajadores y los investigadores en qué dirección debe orientarse la transformación de la universidad pública, y queremos que esa discusión cristalice en decisiones que se hagan realidad en nuestra Universidad. Queremos que en esa discusión esté presente la voz del pueblo que con su trabajo, sus impuestos paga el sostenimiento de nuestra máxima casa de estudios.

Pero para ello, primero se necesita que se echen atrás las medidas que el señor Barnés impuso unilateralmente y sin consultar a nadie, medidas que ya empujan la transformación en un sentido. El sentido que quiere el gobierno, el sentido que expulsa a los estudiantes de escasos recursos, a los hijos de los trabajadores y del pueblo entero (...)

(...) Y entiendan de una vez por todas que no les estamos pidiendo perdón por luchar, y que no aceptaremos ningún tipo de castigo por haber emprendido esta lucha. La emprendimos con orgullo y con la convicción de que es justa. La emprendimos porque comprendimos que defender la educación para todos, es nuestra obligación. La emprendimos porque comprendimos que ya era hora de ponerle un alto a esta política, que quiere arrebatarle a los de abajo hasta el más elemental de los derechos sociales, para destinar todos los recursos a los más poderosos, a los que más tienen (...)

(...) Sabemos perfectamente que las autoridades no quieren un diálogo real, de igual a igual, y que conduzca a la solución del conflicto. Sabemos que están jugando a la simulación, al presentarse a un supuesto encuentro, para preparar ese diálogo, exigiéndonos que renunciemos a todo nuestro Pliego Petitorio, y que renunciemos al diálogo público, abierto y directo (...)

¡¡Basta ya de Maniobras!! El gobierno y las autoridades han hecho uso de todo lo que han podido contra nuestro movi-miento. Han lanzado una millonaria campaña de desprestigio contra los estudiantes para intentar aislarnos del pueblo que está con nosotros, y no han podido. Han querido confundi-r a la opinión pública repitiendo, una y otra vez la gran mentira de que nuestras demandas ya han sido satisfechas, pero el pueblo nos ha escuchado y ha comprendido que esto es completamente falso (...)

Han querido presentarnos como vándalos e irresponsables, pero el pueblo nos ha visto en nuestras movilizaciones y nues-tras brigadas, nos conoce, somos sus hijos y luchamos desde la trinchera que nos ha tocado, precisamente por un derecho del pueblo. Ahora, cuando todo esto ha sido insuficiente para doblarnos, nos amenazan con la represión.

Zedillo, Labastida y Barnés han querido ponernos un ultimá-tum. Pero el fantasma de la represión (...) ha llegado también hasta la conciencia de los trabajadores, los colonos, los comuneros, y los maestros que han declarado públicamente, que no van a permitir que nos repriman (...)

A todos ellos queremos decirles gracias. Gracias a nuestros padres y a nuestros hermanos; gracias todos los que hoy han dejado claro que están del mismo lado que nosotros, gracias a quienes desde las montañas del sureste nos han dejado sentir que, pesar de la difícil situación por la que pasan, están con noso-tros; gracias a los trabajadores del SITUAM, a los electricistas, a los del STUNAM y a todos los trabajadores en general. Mien-tras contemos con ustedes, tengan por seguro que no nos doblegaremos. Sabemos también que del desenlace que tenga este movimiento, dependerá en gran medida la correlación de fuerzas que se imponga a nivel nacional, las condiciones que se establezcan para la lucha en defensa de la industria eléctrica y la salud pública, para la lucha en las universidades públicas, en el campo, en las colonias y para todas las luchas del pueblo. A todos les repetimos: nosotros no nos vamos a doblar.

A1 señor Barnés y a sus padrinos en el gobierno les decimos: -Dejen de tocar las puertas de los cuarteles y las comandancias. Nosotros, ese diálogo, no lo entendemos. Si quieren que la huelga se levante, oigan claramente, hay un solo camino hacia ese objetivo: resuelvan ya los 6 puntos de nuestro Pliego Petitorio.

¡NI UN PASO ATRAS! VENCEREMOS

Consejo General de Huelga



* Fragmentos de la Intervención del CGH en el mitin del día 9 de julio de 1999, en el Zócalo de la ciudad



Por mi raza hablará el espíritu.




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Julio de 1999
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