A toda la población, a todos los universitarios:


Como ustedes podrán imaginarse, después de 9 meses de sostener una tremenda resistencia en contra del intento del gobierno de cerrar las puertas de la UNAM a los estudiantes de escasos recursos, los primeros interesados en que el problema ya se resuelva somos los propios huelguistas. Pero queremos que se resuelva bien, que no sea en vano todo el esfuerzo realizado.

El nuevo rector, Juan Ramón de la Fuente, nombrado por Zedillo y Labastida, entró queriendo dárselas de abierto al diálogo y democrático, pero lo que en realidad ha estado haciendo es preparar el apoyo a su propuesta, misma que no soluciona el problema, para que en un plebiscito muchos universitarios voten por ella y el gobierno tenga entonces justificación para reprimir la huelga sin resolver nuestras demandas. La estrategia de este nuevo rector es la de la represión justificada; su táctica es la de intentar marear a los universitarios con la idea de que su nueva propuesta "ahora sí" ya soluciona el problema, y explotar su desesperación por la duración del conflicto para hacer que voten a su favor; esos votos serán la justificación que usará el gobierno para la represión al movimiento.

Nosotros, para hacerle frente a esta maniobra y para que el gobierno sienta una presión suficiente que lo obligue de una vez por todas a ya resolver nuestras demandas y así la huelga, hemos decidido impulsar una Consulta en la que la población en general, y los universitarios en particular, se manifiesten sobre la solución inmediata a los seis puntos de nuestro pliego petitorio para que la huelga se levante.

Compañero estudiante, profesor o trabajador universitario; compañero obrero, maestro, empleado, ama de casa, profesionista, desempleado, campesino, pueblo todo: apóyanos participando en nuestra Consulta, ayúdanos de esta manera a que ya se resuelva el problema, a vencer la negligencia del gobierno que ha alargado este conflicto hasta la desesperación y a derrotar su nuevo intento de reprimir nuestra causa. Y si conoces a algún universitario, dile que no se confunda, que no vaya a participar en el plebiscito de las autoridades, que nos ayude a derrotar por fin este terco intento del gobierno por convertir la Universidad Nacional en una universidad tan sólo para unos cuantos.




Por mi raza hablará el espíritu.




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Enero del 2000
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